Es por la falta de avances en el plan de contingencia de la Secretaría de Energía, pero se trata de una alternativa cara.
El Gobierno mira con preocupación el verano y las altas temperaturas, ya que el plan de contingencia para abastecer la demanda de energía eléctrica parece estar estancado, y el sistema, en las actuales condiciones, opera al borde de un colapso.
Fue justamente la crisis del sistema eléctrico lo que empujo al Ejecutivo a lanzar dicho plan, que consistía en la implementación de unidades móviles de generación en nodos críticos, la reactivación de centrales que estaban fuera de operación y la compensación de fabricas por ahorro de consumo.
Pero esta iniciativa quedó a medio camino, pues no alcanzan las unidades móviles para abastecer los nodos críticos de demanda, mientras que la reactivación de centrales requiere trabajos de mantenimiento que no quieren financiar los empresarios del sector y los industriales piden 55 mil dólares por hora de ahorro en consumo eléctrico.
Debido a la falta de otras opciones, en Cammesa estudian llevar a cabo la opción de abastecer de energía con barcos generadores turcos, que son como centrales flotantes que pueden proveer entre 500 MW y 1000 MW. Estos barcos brindan el servicio completo regasificador o puede ser inyectado. Actualmente, están generando energía en Río de Janeiro y se les está terminando el contrato.

Un barco turco generador de electricidad de los que quiere el Gobierno para abastecer energía eléctrica en verano.
La modalidad de contratación es similar a la de un buque regasificador. Hay que pagar un cargo fijo por tener el buque amarrado en puerto y un cargo variable por los vatios que le vende Cammesa. El combustible corre por cuenta del Gobierno. En torno al tiempo de contratación, se analiza que funcionen por 24 meses, es decir, ya proyectando hacia el verano del año siguiente, que también pronostican complicado.
La actual coyuntura energética, que empuja al Gobierno a barajar la opción de contratar estos barcos turcos, pone de relieve la decisión tomada por el mismo de cancelar la licitación de las centrales eléctricas que había adjudicado Sergio Massa cuando era ministro de Economía de Alberto Fernández. La marcha atrás con esta licitación fue tomada por el actual ministro Luis Caputo.