El expresidente acudió a los tribunales de Comodoro Py para brindar su declaración indagatoria en la causa que lo investiga por lesiones físicas y psicológicas contra la ex primera dama.
El expresidente Alberto Fernández brindó este martes en los tribunales de Comodoro Py su declaración indagatoria en el marco de la causa por violencia de género contra su expareja Fabiola Yañez, donde se lo acusa de los delitos de lesiones leves agravadas, lesión grave y coacciones. Allí, el abogado aseguró que "nunca ejerció violencia" contra la exprimera dama.
El exmandatario estaba convocado para las 11, pero decidió adelantar su testimonio frente al juez federal Julián Ercoloni e ingresó al juzgado ubicado en el cuarto piso de Comodoro Py a las 10, para luego retirarse a las 11.25, una hora y media después. Rodeado por una atmósfera de tensión, Fernádez saludó con frialidad al magistrado, con quien tuvo un trato escueto.
Según pudo corroborar MDZ, Fernández presentó un escrito amplio y no contestó preguntas bajo el argumento de que ni el juez ni el fiscal de la causa eran competentes, dada la recusación presentada por su defensa. Respecto a la imputación, el expresidente no tuvo comentarios y argumentó que no se puede defender porque no le entregaron su teléfono celular, que fue secuestrado por la Justicia hace 7 meses. En ese marco, la abogada defensora no le hizo preguntas.
“Jamás ejercí violencia física sobre Fabiola Yañez”, aseguró Fernández en un fragmento del escrito que presentó ante el Tribunal, donde también adelantó que denunciará a su expareja por falso testimonio y manifestó: “Solicito que, una vez producida la prueba ofrecida, se me desvincule de este expediente, dictando mi sobreseimiento”.
Por el reclamo del teléfono celular, la defensa del expresidente a cargo de la abogada Silvina Carreira había pedido suspender la indagatoria de hoy, que ya se había pospuesto en dos oportunidades debido a las reiteradas solicitudes de Fernández para recusar a Ercolini.
El nuevo pedido de suspensión había sido denegado por el juez, quien sostuvo que Fernández su defensa “conocen el hecho y la prueba que abarcan la imputación que le será formalizada en el acto que pretende suspender” desde la primera citación realizada en noviembre pasado. Tras rechazarse las recusaciones, la nueva indagatoria se había fijado para este martes.
En ese sentido, Ercolini señaló que Fernández recién hizo el pedido de contar con sus dispositivos electrónicos secuestrados el pasado 24 de enero, por lo que "no se evidencia que de celebrarse la audiencia en la fecha fijada desde el 27 de diciembre del 2024, se vulneren las garantías constitucionales que refiere, máxime teniendo en consideración el tiempo que ha transcurrido desde el primer llamado de indagatoria al día en que se ha fijado su materialización”. Además, el magistrado aseguró que el expresidente puede ampliar la indagatoria cuando desee.
En esta causa, el ex mandatario está imputado por "lesiones leves doblemente agravadas por ser cometidas mediante violencia de género y contra su entonces pareja; una lesión grave por el debilitamiento permanente de la salud de la ex primera dama -también doblemente agravada- y el delito de coacciones". Se trata de delitos que, en conjunto, prevén un máximo de 18 años de prisión en caso de una eventual condena.
Además, este fue el segundo paso del expresidente por los tribunales de Retiro en la semana, tras haber acudido el lunes a una audiencia ante la Cámara Federal porteña para exigir apartar a Ercolini de otra de los procesos donde está involucrado: la causa Seguros. Allí, Fernández ratificó su postura de que el magistrado tiene una "enemistad manifiesta" y personal para con él, por lo que no debería estar al frente de su caso.
Para comprobarlo, el exmandatario presentó una serie de chats para intentar probar que ambos mantenían un vínculo que luego se rompió. "Ercolini me detesta y me quiere preso", le dijo el expresidente al juez Roberto Boico durante su exposición.